Hechizo el tiempo para que vuelvas a sentir como el corazón se desborda de felicidad, para que vuelvas a bailar y a reír junto a los tuyos, para esos momentos de silencio donde el corazón necesita un apapacho.
Miro con honestidad, disfruto el presente recordando el pasado y partiendo de ahí, SOY.
Sonrío, lloro y veo de frente.
Soy todo esto que me hace sentir viva y quiero recordar.
¿Cómo hago mi trabajo?
Mantengo silencio y observo.
A los momentos hay que prestarles atención porque suelen escaparse fácilmente, son traviesos, pero cuando tengo uno detectado, clic, clic y otra vez clic, este sonido los eclipsa, los mantiene inalterables.
Hechizar el tiempo toma trabajo. Los momentos vienen cargados de sonrisas, lágrimas y hasta carcajadas, son escurridizos, por eso debo saber bien dónde estar parada, un paso en falso y pum, se esfuman.